domingo, 27 de febrero de 2011

"Los déficits de los gobiernos para avanzar en el desarrollo sustentable en la actualidad son tres: buscar la pertinencia, articular los actores y sostener las políticas en el tiempo"

Analizando el proyecto de destrucción a la Isla del Puerto (denominado Costanera de Concepción del Uruguay) según estos parámetros:

1 - Este proyecto no se sostendrá en el tiempo, ya es anacrónico. Se corresponde a un período de nuestra civilización donde el progreso se medía por los metros de cemento exhibidos y se intentaba que el turismo discurriera por esos espacios. Hoy en día el progreso obedece a otros paradigmas que evidentemente todavía no han podido ser plasmados en la planificación de obras, como bien dice el doctor Lauritto. El progreso turísticamente explotable se mide por cuántos circuitos verdes, cuántos paseos en embarcaciones podemos recorrer sin ver las huellas del cemento, aunque sepamos que está ahí para sostenernos. O por cómo cuidamos y mantenemos el recurso o dejamos la menor “huella ecológica” posible. Es lo que se llama desarrollo turístico sustentable, la Secretaría de Turismo de la Provincia lo tiene como uno de sus pilares y otras ciudades de la provincia ya lo están practicando.

Es anacrónico entonces y por lo tanto no se sostendrá en el tiempo para los fines que se dice que se realizará. Como vemos, el turismo actual pasa por otro lado y deja sus dineros en otras partes.

2 - Este proyecto no articula los actores:

-Se implementa contrariando todos los principios y legislaciones nacionales, provinciales y aún municipales que obligan a hacer consultas públicas previas a su realización, con más razón ante un Área Natural protegida por la ley de la provincia N° 9718. Y no se corrige el rumbo cuando gran parte de la sociedad uruguayense se manifiesta abiertamente contra el mismo.

-Se pretende que el Municipio realice el mantenimiento de la obra aunque la parte sustancial de la misma no se encuentra sobre terrenos municipales. Junto a ella iríamos un grupo de vecinos (CAL) cobrando “pesito pal puente” con una mano mientras que con la otra nos revolvemos el bolsillo para pagar los ¡más de cien millones! que nos va a costar el crédito tomado.

-Mientras el Secretario de Ambiente Sustentable de la Provincia plantea por un lado proteger todas las islas e impulsa leyes y comisiones que deberían resguardarlas, a la vez permite que la Isla del Puerto y su invalorable ecosistema sean avasallados de las más variadas maneras.

*Cuando aún no habían comenzado los trámites para la obtención de permisos elementales para el arranque de obra (incluido el municipal), el señor Intendente ya había otorgado a la empresa contratista permiso y cesión del terreno para la instalación del obrador por Res 28760.

*Los Senadores que aprobaron el endeudamiento en el presupuesto (Dic. 08), al aprobar la expropiación (Dic. 09) todavía ignoraban de qué se trataba la obra y lo decían en la sesión (“aprobamos por solidaridad de bloque” textual en diario de sesiones de la Cámara).

*Todos los actores del poder político que han tenido necesaria participación en este proyecto saben -y algunos de ellos lo han manifestado ante integrantes de nuestra asamblea- que el proyecto no fue consensuado sino impuesto desde la Vice-gobernación. También lo saben integrantes de entidades intermedias. “Sí, es un capricho, ¿y qué?” dicen que dijo en un intento de articular con los colegiados de la construcción. Y también lo sabemos los asambleístas ya que sólo gracias a nuestra peregrina insistencia varias entidades oficiales –la CARU y la Secretaría de Ambiente entre otras- pudieron tomar conocimiento del proyecto.

-Podemos seguir con el Secretario de Salud y Ambiente local solicitando a la empresa contratista el proyecto ¡¡un año más tarde!! porque Vialidad no se lo enviaba; la obra empezada en terrenos que los expertos declaran privados y los dueños todavía ni notificados de la expropiación; y mucho más.

Decididamente no articula los actores.

3 – Pertinencia: Que viene a propósito. Que es conducente o concerniente al pleito. (Dicc. RAE)

Este proyecto no es pertinente, ni procedente. Se encuentra a contramano de todos los planes urbanísticos realizados en la ciudad, incluyendo el PECU con el que se intentó justificarlo.

Es improcedente firmar tratados internacionales en defensa de las especies y barrer con el hábitat de al menos 3 de ellas en peligro, como en este caso.

Como lo es auspiciar, abrir y cerrar el Primer Congreso Nacional de Legislación Ambiental mientras en la provincia la justicia se niega a recibir los Amparos Ambientales por considerar que “no está el daño probado”. Entre otros argumentos que muestran que nuestra justicia provincial no respeta los derechos colectivos ni prueba tener asumidos los valores ambientales ya planteados en la reforma constitucional de 2004.

No es pertinente hacer un “plan de contingencias” para que no huyan las aves y meter topadoras y grandes máquinas durante más de un año en sus dormideros y lugares de comida y apareo, ni poner huecos y altos para que “circulen los animales” después de construir una avenida de 4 manos a cota 9m en la mayor parte de la longitud de su hábitat.

Es totalmente improcedente arrasar con la flora nativa entre la cual se encuentra el Tarirí, y colocar en su lugar crataegus o palmeras totalmente foráneas. Incluso es improcedente derribarlas para colocar en su lugar otras nativas cuando la obra que se pretende construir es un camino que no lleva a ningún lugar, en la retaguardia del desarrollo turístico y en oposición a la sociedad movilizada.

Y para terminar, lo más improcedente es vivir en una ciudad donde las cloacas desaguan libremente en las orillas de la misma isla donde se nos impulsará fuertemente a concurrir a quemar combustibles fósiles paseando en auto; donde la basura produce líquidos que contaminan el mismo arroyo cuando no se amontona en las esquinas de la ciudad, donde el déficit de vivienda e infraestructura básica es notorio, el abandono se visualiza en todos los lugares que deberían ser cuidados y las inundaciones todavía dejan vecinos durmiendo sobre tablas (eso cuando tienen viviendas para abandonar).

Lo menos pertinente en suma es desarrollar un proyecto como éste en una ciudad en que todavía las ratas matan un niño después de pasear por los canales donde los líquidos cloacales circulan libremente. Y pretender que lo legitimemos para luego cobrárselo a todos los entrerrianos es además pretender hacernos cómplices de ese desatino.

Desde la Asamblea Ciudadana Ambiental decimos que todavía estamos a tiempo de corregir los errores, es de grandes hacerlo y es de enanos fingir reconocerlos y no hacer nada para remediarlos. En nuestra Isla del Puerto tenemos el invalorable -y por lo tanto innegociable- “capital natural” que ha tardado centenares de años en formarse y reproducirse. Si nuestro Vicegobernador hubiera sido coherente con las ideas que expresa, hoy estaríamos trabajando en conjunto en un proyecto inclusivo, realmente sostenible, respetuoso del ambiente, las leyes y las condiciones naturales, que sirva para enseñarnos a nosotros y a nuestros visitantes cual es el aporte de los humedales y su riquísima bio-diversidad, a la calidad de vida de los humanos.

“El río Uruguay es dueño de un ecosistema frágil y como es dueño de un ecosistema frágil el daño del agua va a tardar en manifestarse y el día que se manifieste va a ser irreversible”: textual del Dr. Lauritto en el Auditorio Municipal (filmación en nuestros archivos).



ASAMBLEA CIUDADANA AMBIENTAL DE CONCEPCIÓN DEL URUGUAY

www.asambleaconcepcion.blogspot.com

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